Riesgos ocultos del recorte excesivo 

La industria láctea ha mejorado a pasos agigantados en lo que respecta a la salud de las pezuñas. Hubo un tiempo en el que los problemas de cojera eran algo secundario y los planes de salud de las pezuñas, la nutrición y los pediluvios se consideraban gastos adicionales. Ahora sabemos que la salud de las pezuñas de las vacas lecheras está directamente relacionada con la rentabilidad y el rendimiento. Durante el tiempo que trabajé como recortador de pezuñas, todas las granjas que visité aplicaban algún tipo de programa de gestión de las pezuñas, desde recortes programados hasta nutrición y pediluvios especialmente formulados. 

Como sector, hemos reconocido y asumido plenamente la importancia de la salud de las pezuñas, lo que me lleva a plantear una pregunta: ¿Por qué no avanzamos más en la reducción de las tasas de cojera? 

Evolución de las estrategias de recorte de pezuñas

Teniendo en cuenta todo el esfuerzo que las centrales lecheras dedican a la salud de las pezuñas, ¿por qué parece que ésta no mejora? Las tasas de cojeras se han estancado en las dos últimas décadas y el porcentaje de cojeras en las explotaciones lecheras es de aproximadamente 24% en todo el mundo. Mientras realizaba consultas en las granjas sobre problemas de pezuñas y observaba estas preocupantes estadísticas, empecé a preguntarme si era necesario cambiar los métodos de gestión de las pezuñas. 

Las estrategias de recorte de pezuñas, como cualquier otra cosa en la explotación lechera, tienen que evolucionar a la par que las explotaciones. Las lecherías tienen rebaños más grandes, establos más grandes con distancias más largas para caminar y más oportunidades para el desgaste de las pezuñas. Esto significa que, a menudo, estamos recortando en exceso y exponiendo a las vacas sanas a problemas potenciales. Las vacas de hoy en día necesitan que les quede más pezuña en la suela y deberían tener menos recortes en los dedos cuando las garras miden menos de 3 pulgadas. El recorte excesivo provoca traumatismos e inflamación en el interior de la garra, y estos traumatismos e inflamación son la causa de casi todas las lesiones no infecciosas de las garras. 

Recortar en exceso y acortar el intervalo entre los recortes de mantenimiento pueden ser estrategias atractivas. Parecen formas de ahorrar tiempo y prevenir problemas. En realidad, está costando más dinero a las explotaciones lácteas al estancar las tasas de cojera y exponer a las vacas a nuevos problemas de pezuñas, lo que también conduce a una disminución de la productividad. 

Estrategias de recorte para la salud de las pezuñas de las vacas lecheras

¿Cuál es la solución? Identificar los casos de recorte excesivo. Para que funcione, debe ser un trabajo de equipo en la explotación. Los productores, los responsables del rebaño, los nutricionistas, los ordeñadores, etc. deben ser capaces de reconocer el recorte excesivo y señalarlo cuando se produzca. La formación del equipo sobre la salud de las pezuñas de las vacas lecheras y las mejores prácticas permite que todos tengan confianza a la hora de identificar problemas y errores. 

Como sector, debemos apoyar a los recortadores contratados y ayudarles a desarrollar sus habilidades. Cuando aprendemos cosas nuevas sobre la salud y la nutrición de las vacas, apoyamos a los veterinarios y nutricionistas para que cambien sus planteamientos. Las estrategias de recorte de pezuñas funcionaban mejor hace 20 años porque las explotaciones lecheras eran diferentes. Es hora de que los recortadores de pezuñas evolucionen con los cambios. Parte de ello consiste en comprender cómo es un recorte adecuado. 

Recortar demasiado de la pezuña es algo fácil de hacer, por lo que el recorte excesivo ocurre con frecuencia. Para evitarlo, los recortadores de pezuñas, productores y gestores de rebaños deben recordar estas reglas: 

• Un casco totalmente blanco no indica un recorte adecuado 

• Las garras no deben medir menos de 3 pulgadas 

• Si una garra mide menos de 3 pulgadas, se debe recortar menos de los dedos de los pies 

• A medida que aumenta el tamaño de la granja, debe dejarse más pezuña en la suela para tener en cuenta los largos paseos hasta la sala de ordeño. 

Evaluar y mejorar el recorte de cascos

El recorte de pezuñas y las necesidades de las vacas son diferentes de lo que solían ser. Hacer un esfuerzo de grupo en toda la explotación lechera para revisar las estrategias de salud de las pezuñas y entender lo que necesitan las vacas puede ayudar a evolucionar las técnicas de recorte. La cantidad que queda en la pezuña es tan importante, si no más, que lo que se recorta de la pezuña. Una relación de trabajo entre el equipo de la granja y el recortador de pezuñas puede ayudar a identificar y corregir estos problemas. 

La cojera no siempre es un problema de nutrición o de gestión, y revisar sus estrategias de recorte de pezuñas puede descubrir rápidamente si se está produciendo un recorte excesivo.  

   

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