La mortalidad de las cerdas y la supervivencia de los lechones son dos factores clave para la productividad y la rentabilidad del sistema porcino.
Sabemos que para que una cerda se amortice y se convierta en una inversión rentable para el productor, debe parir al menos dos o tres camadas. Si una cerda muere antes de ese momento, nunca tendrá la oportunidad de recuperar sus costes de desarrollo y de inversión inicial.
Las altas tasas de mortalidad de las cerdas aumentan las tasas de reposición y obligan a los productores porcinos a aceptar en la granja cerdas jóvenes que en realidad no reúnen las características físicas y genéticas de una cerda joven de reposición ideal, lo que en última instancia repercute en los beneficios potenciales. Cuando usted acepta cerdas jóvenes "no seleccionadas" como sustitutas en su granja, usted añade costes a través de menos lechones robustos, y hembras de paridad temprana que abandonan la granja antes de haber conciliado su coste con el sistema.
Emplear estrategias eficaces de eliminación selectiva y sacrificar a las cerdas antes de que se conviertan en casos de mortalidad es clave para mejorar su cuenta de resultados. Busque cerdas que estén demasiado delgadas, que desteten camadas de baja calidad o que muestren signos de problemas de locomoción o indicios de otros problemas de salud.
Exploremos algunas tácticas que se están utilizando para reducir la mortalidad de cerdas y lechones, así como el papel que desempeña la nutrición en la mejora de la productividad y la rentabilidad.
Consejos para reducir la mortalidad de los lechones
Las tasas de mortalidad de los lechones han sido especialmente volátiles en los últimos años, oscilando entre 15% y 20% de media. Esto se traduce en menos cerdos que llegan al mercado y menos ingresos brutos para el productor porcino.
Aunque aún quedan muchas mejoras por hacer en lo que respecta a la reducción de las tasas de mortalidad de cerdas y lechones, las prácticas de gestión aplicadas actualmente han dado buenos resultados.
Por ejemplo, las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad Estatal de Kansas y New Fashion Pork han revelado que la supervivencia de los lechones es mayor si a las cerdas se les ofrecen comidas más pequeñas varias veces al día o acceso ad libitum al pienso, frente a una comida grande al día, en los 3 a 5 días previos al parto.
Proporcionar el mayor nivel posible de cuidados a los cerdos el primer día ayuda a preparar a los lechones para el éxito. Generalmente, la tasa de mortalidad de los lechones es más alta en los primeros días después del parto y es relativamente menor después de los primeros 3 a 5 días de lactación. Si un lechón puede llegar al tercer día, tiene muchas posibilidades de llegar al destete y convertirse en un cerdo robusto y productivo.
También debemos seguir centrándonos en parir lechones con 1 kg o más de peso al nacer. Los datos nos dicen que tenemos una oportunidad real de mantener la mortalidad predestete por debajo de 20% si podemos parir lechones con 1 kg o más de peso al nacer.
Otra opción que los productores de porcino están utilizando para reducir la mortalidad predestete es la lactancia dividida. A medida que aumenta el tamaño de las camadas, los productores porcinos deben asegurarse de que los lechones recién nacidos reciben el calostro que necesitan. La lactancia dividida consiste en separar temporalmente a los lechones de la madre, que teóricamente ya han consumido su cantidad de calostro. Esto se hace para que no compitan con los lechones que aún necesitan consumir la cantidad necesaria de calostro.
La cría cruzada es otra técnica habitual. El objetivo es proporcionar a los lechones las mejores posibilidades de supervivencia colocándolos en un entorno en el que otros lechones tengan un tamaño similar, de modo que tengan un mayor acceso a la leche. Esta técnica consiste en sacar a uno o varios lechones de una cerda (camada) al principio de su vida e instalarlos en otra cerda dentro de una nueva camada. Ese lechón permanecerá en esa nueva cerda hasta el destete. Las razones por las que un productor porcino puede realizar un cruzamiento son:
- Una cerda podría no estar ordeñando lo suficiente
- El número de pezones y su funcionalidad pueden verse comprometidos
- Una camada puede tener una gran variación de peso corporal
La nutrición con oligoelementos desempeña un papel clave en la reducción de la mortalidad de cerdas y lechones
Los oligoelementos desempeñan un papel fundamental en la salud, el rendimiento reproductivo, el crecimiento y la producción del ganado porcino. También desempeñan un papel crítico en la alimentación de una respuesta inflamatoria rápida y robusta a los desafíos inmunes, lo que lleva a mejoras en la habitabilidad y lo más importante, la reducción de los costes de producción.
Por ejemplo, el desarrollo de cerdas jóvenes y cerdas suplementadas con Zinpro® Availa® Sow tienen una mayor concentración de inmunoglobulina G (IgG) en el calostro. Un calostro de mayor calidad ayuda a producir lechones más robustos, lo que se traduce en mayores tasas de supervivencia, mayor peso al destete y, en última instancia, mayor peso en el mercado. Pero, ¿cuál es el impacto directo sobre la mortalidad de las cerdas? Cuando las cerdas jóvenes y las cerdas se suplementaron de forma rutinaria con Zinpro Availa Sow a lo largo del tiempo, los datos de las granjas comerciales de cerdas indicaron que se mitigó el aumento de la mortalidad, en comparación con las que se alimentaron con oligoelementos alternativos.
Zinpro® Minerales para el Desempeño capturan estos puntos de valor a través de efectos post-absortivos sin rival, que permiten que estos nutrientes lleguen a los tejidos diana del animal. La vía de absorción única de Zinpro mejora la capacidad de las cerdas para montar una respuesta inflamatoria rápida y robusta a los desafíos inmunológicos, mejorando así la salud, reduciendo las tasas de mortalidad y reduciendo los costes de los cerdos destetados. Aproveche hoy mismo las oportunidades de rendimiento animal y reducción de costes formulando dietas para cerdas jóvenes y cerdas con Zinpro Availa Sow.
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